lunes, 14 de octubre de 2013

Coaching de la autoestima IV

Introducción.

1. Vivir de un modo auténtico.

La buena autoestima exige coherencia entre mi si mismo interior el si mismo que ofrezco al mundo. Las mentiras son devastadoras para nuestra autoestima, tanto si las decimos como si obramos como tal.
Por ejemplo, cuando me presento como más de lo que soy, o como menos de lo que soy, cuando fingimos irritación y en realidad tenemos miedo, cuando finjo no ver las cosas tal y como son, cuando actúo en contra de mis valores, seguramente para conseguir aceptación, pensando que de esta formas vamos a ser más queridos por los demás.

Punto de reflexión.
Cuando falseamos nuestra conducta, viviendo en contra de nuestros valores o de forma distinta a como pensamos, es porque no nos aceptamos y nos rechazamos a nosotros mismos, buscamos posibles signos de rechazo en los demás, cuando en realidad ya nos hemos rechazado a nosotros mismos.

La honestidad consiste en respetar la diferencia entre lo real y lo irreal y no buscar valores falseando la realidad o buscando objetivos pretendiendo que la verdad sea distinta a la que es.

Vivir auténticamente no significa que tengamos que explicar cada pensamiento sin ver si el contexto es el apropiado, o que tengamos que dar información a todo el mundo que nos la pida.
En la infancia exiten muchas cosas dolorosas, temibles, frustrantes, utilizamos la represión emocional como mecanismo de defensa para hacer la vida más tolerable, entonces para sobrevivir, practicamos la indiferencia. Por ejemplo una de las cosas más difíciles de aceptar en la infancia es descubrir que los adultos mienten. De tal forma, muchos jóvenes crecen aceptando que la mentira es algo normal.

Punto de reflexión.
Si dejamos que nos gobierne el miedo al rechazo, es porque valoramos más el hecho de pertenecer al grupo que el ser nosotros mismos. Las personas con alta autoestima saben que no siempre van a gustar a todos, no sufren por tener que disimular, saben que como no tienen miedo de mostrarse como son, pueden despertar la envidia de los que no son honestos consigo mismos, pero no van a cambiar una buena opinión de los demás sacrificando su autoestima.

Las personas con alta autoestima tienen más benevolencia, respeto por los demás, superior a la media. Además ayudan a otros en su desarrollo personal, disfrutan tanto de su propio entusiasmo como con el de los demás, tienen mejores amigos y de más confianza porque transmiten su autenticidad a los demás.
Para reflexionar sobre la vida auténtica, nos tenemos que formular las siguientes preguntas.
  •  Por lo general ¿soy sincero conmigo mismo con respecto a lo que siento, aceptando mis emociones, experimentándolas, sin sentirme necesariamente empujado a actuar sobre ellas?
  • Por lo general ¿soy sincero con los demás respecto de mis sentimientos, en aquellos contextos donde es apropiado hablar de los sentimientos?
  • ¿Me esfuerzo conscientemente por ser veraz y preciso en mis mensajes?
  • ¿Converso, cómoda, abierta y directamente sobre lo que amo, admiro y disfruto?
  • Si estoy apesadumbrado, irritado o deprimido, ¿hablo sobre ello con sinceridad y dignidad?
  • ¿Defiendo lo que soy y hago honor a mis necesidades e intereses?
  • ¿Permito que los demás adviertan mi entusiasmo?
  • Si sé que estoy equivocado. ¿Lo reconozco abiertamente?
  • ¿Siento que el sí mismo que experimento en mi interior, es el sí mismo que presento ante el mundo?
 Ejercicio.
Vamos a puntuar los items anteriores del 1 al 10, siendo 10 la máxima autenticidad que tenemos en ese ítem y 1 la más baja.
Ahora, relájate y medita acerca de las mentiras que estás viviendo actualmente, no se trata de que te reproches ni que despiertes sentimiento de culpa, si no para conseguir más claridad y comprensión.
Imagina ahora que cuentas tu historia a un un amigo que te tiene mucho aprecio y es comprensivo.
Pregúntale a tu amigo cuál es el beneficio que obtienes con tu falta de autenticidad. Luego, tu amigo te ayuda a explorar tus fantasías acerca de lo que ocurriría si abandonaras esa mentira. Describe con detalle qué es lo que sucedería en tal caso. Imagina que tu amigo te pregunta si existe alguna circunstancia para que te muestres más auténtico en ese área determinada y respóndele. Luego, relájate y toma tu tiempo para imaginar tu vida vivida de un modo más auténtico, qué podrías sentir, cómo te experimentas a ti mismo. Practica este ejercicio todos los dias diez minutos, durante dos meses, te sentirás más agusto contigo mismo, más confiado y menos ansioso.

Ejercicio.
Para profundizar más en el tema de la autenticidad, completa las oraciones con 6 a 10 finales.
  1. Lo difícil de ser sinciero conmigo mismo respecto a lo que siento es....
  2. Lo difícil de ser sinciero con los demás respecto a mis sentimientos es....
  3. Si me esforzara por ser veraz y preciso en mis mensajes....
  4. Si hablara abiertamente sobre las cosas que amo, admiro y disfruto....
  5. Si fuera sincero cuando me siento apesadumbrado, irritado o deprimido....
  6. Si estuviera dispuesto a mostrar a otros mi entusiasmo....
  7. Si fuera sincero cuando sé que me he equivocado.....
  8. Si estuviera dispuesto a comunicar a la gente lo que siento por dentro....
  9. Cuando pienso en las cosas a las que renuncio por miedo a que me critiquen....
  10. Cuando pienso en las cosas a las que renuncio por miedo a que se rian de mi....
  11. Si estuviera dispuesto a experimentar para ser un poco más auténtico cada dia....
La falta de autenticidad nos hace perder el respeto por nosotros mismos. ¿Entonces qué cosas aumentan nuestra autoestima?
  • Afirmar nuestros deseos o necesidades sin esperar que otros se hagan cargo de su realización
  • Decir la verdad sobre lo que pensamos y sentimos con independencia de lo que vayan a responder los demás
  • Permitir que los demás nos vean y sepan quiénes somos
  • Permanecer fieles a nuestra conciencia, aunque estemos solos para ver y saber lo que sabemos
Para desarrollar una buena autoestima no basta con repetirnos afirmaciones positivas, hay que llevar a cabo acciones sostenidas en el tiempo. Con cada acción que incrementa nuestro autoestima, estamos más preparados para la siguiente, es decir, necesitamos de acción y disciplina.

2. Desarrollar la autoestima de los demás.

Todos tenemos experiencias de haber sido tratados por personas que nos han valorado y respetado y por otros que en cambio nos han infravalorado y/o humillado y sabemos cómo nos hemos sentido ante uno u otro tratamiento.
Cuando nuestras relaciones humanas tienen dignidad, gozamos más y cuando nosotros mostramos dignidad con los demás, nos gustamos más.

Punto de reflexión.
Si actuamos de tal forma que aumentamos la autoestima de otros, también aumentamos la nuestra. 


Primero: Tratemos a las personas desde la premisa del respeto, preocuparte por comprender y ser comprendido, no ser moralista ni totalmente condescendiente.
Segundo: No pensar que la gente es incapaz de evolucionar
Tercero: No expresar críticas, sermones, reproches o burlas cuando los demás nos expresan sus sentimientos.
Cuarto: Juzgar pero no enjuiciar, podemos expresar nuestro punto de vista, pero sin menospreciar, atacar, censurar o por el contrario caer en falsas adulaciones excesivas. No hay que alimentar la pasividad ni la autocompasión.
Quinto: Ser comprensivos. Hay que tener en cuenta que cualquier conducta, hasta las hostiles, tratan de satisfacer unas necesidades y hemos de identificar sus motivos por los cuales esa conducta tiene sentido para la persona en cuestión.

Las personas tenemos muchas más potencialidades de las que estamos dispuestos a reconocer, tendemos a minusvalorar nuestros recursos internos, estamos más capacitados de lo que creemos y si somos capaces de creer en nosotros mismos, esa creencia la transmitiremos a los demás.




No hay comentarios:

Publicar un comentario